Existe mucho desconocimiento sobre temas de salud mental y aún abundan mitos que perjudican a la sociedad mexicana en general. En el tema del suicidio existen varias creencias populares, aquí te presentamos 5 que deberíamos cuestionar.
- Quien se quiere suicidar no lo anda contando: La persona que atenta contra su vida tiene un proceso interno previo antes de intentarlo, en ese proceso pasa por dudas y ambivalencias, de manera que, el acercarse a otras personas y contar lo que está pensando en hacer puede considerarse como un pedido de ayuda, aunque dicha solicitud muchas veces no sea explícita.
- Si hablo con una persona de suicidio le meto la idea en la cabeza: Todo lo contrario, hablar del tema genera un clima de confianza, además hace evidente que existe una red de apoyo. Si la persona en verdad ha tenido pensamientos suicidas, hablar del tema le ayudará a darse cuenta que no está en soledad con su problemática y si no los ha tenido sabrá que tiene a alguien a quién recurrir en momentos difíciles.
- Suicidarse es de cobardes: Considerar quitarse la vida no tiene que ver con cobardía o valentía, tiene que ver con desesperanza y con sentirse rebasado con diversas situaciones de vida. Como sociedad tenemos que acercarnos a esta problemática con empatía, sin hacer juicios. Es necesario considerar que se trata de un fenómeno que tiene múltiples variables, biológicas, psicológicas y sociales, por lo que dar explicaciones simples y lineales, habla mal de la comprensión que tenemos al respecto.
- El suicidio no se puede prevenir : Por el contrario, cuando se generan redes de apoyo alrededor de la persona, en conjunto con una atención profesional se puede prevenir. Ser oportuno es importante, ya que cada persona puede pasar de ideas sobre quitarse la vida a los intentos suicidas en distintos lapsos de tiempo, si no se recibe el tratamiento adecuado.
- La persona que intenta suicidarse, estará en riesgo toda su vida: Si una persona intenta suicidarse, claro que existe el riesgo de un segundo intento. Sin embargo, el riesgo se reduce si hay una red de apoyo que se moviliza para apoyarle y entre la red, se encuentra un tratamiento especializado, que puede incluir, terapia individual, terapia familiar o valoración psiquiátrica. Si la persona continua con su tratamiento y con el apoyo de sus seres queridos, al tiempo podrá integrar esté hecho como un suceso en su vida que le generó aprendizajes, además de contar con estrategias diversas para salir de las adversidades.