Conexiones profundas y su papel en la felicidad
Un estudio de Harvard con adolescentes de bajos recursos y diferentes condiciones de riesgo para su salud física y mental como la pobreza, siguió su trayectoria a través de los años. Después de 85 años de estudio, que incluyeron cuestionarios y escáneres cerebrales, se concluyó: que las relaciones sólidas contribuyen de manera impactante a que tengamos una vida feliz1.
¿Qué tal? Una vida feliz puede no estar tan relacionada con un auto espectacular, con tener viajes por todo el mundo, con poseer cosas de marcas específicas o con verte genial en una foto de instagram. Si no con el hecho de saberte querid@, apreciad@ y validad@, con el hecho de nutrir relaciones de confianza, apoyo, cuidado y cariño.
¿Qué puede dificultarnos construir conexiones profundas?
No darles su justo valor:
El mundo actual ensalza otros aspectos de la vida como el éxito laboral, muchas veces basado en la competitividad, o la abundancia de recursos económicos. Ante el bombardeo de estos mensajes, es probable que no atisbemos la importancia de las redes de apoyo y conexiones profundas en nuestra vida, de forma que en nuestra cotidianidad no hagamos el suficiente espacio y tiempo para nutrirlas.
Creencias limitantes:
Una de ellas puede ser: que una sola relación debería nutrir todos los aspectos que me son importantes, esto genera relaciones de codependencia y también procesos de frustración. Porque los esfuerzos sólo se van a dirigir a nutrir una relación, que muy posiblemente no me permita tener resonancias y encuentros en muchos aspectos porque es una tarea imposible llenar todas mis necesidades emocionales con un solo vínculo.
Las personas podemos elegirnos para realizar diferentes actividades juntas, tomar café, ver una película, estudiar, hablar sobre un libro, ir a la montaña. Descubrir las compatibilidades que tienes con una persona y buscar compartir esos gustos es una tarea más sencilla y disfrutable que forzar compatibilidades en donde no las hay.
No tener idea de cómo nutrir conexiones profundas:
Las personas podemos tener experiencias traumáticas que han afectado nuestra confianza en los vínculos y como respuesta a ello, es posible que a lo largo de la vida hayamos construido mecanismos de defensa para protegernos de aquello que nos hizo daño, mantenernos alejados del mundo y de los otros puede ser una forma de protegernos del dolor, el problema con ello es que ya que estamos actuando como respuesta a traumas no sanados, muy posiblemente también nos estaremos cerrando al amor y a las conexiones profundas.
Falta de experiencias previas en relaciones sanas:
Aunque tengamos la certeza de que las conexiones profundas son importantes, si en nuestra vida no tenemos memorias corporales sobre lo que significa una relación de cuidado y cariño, libre de violencia y actitudes nocivas como la manipulación, la invalidación, la falta de cuidado etc. Es posible que de forma automática reaccionemos de las formas conocidas, nutrir conexiones profundas implica tener abierta una disposición y paciencia para aprender de la mano del otr@ y cuidarnos de formas cada vez más amorosas.
Ideas para nutrir conexiones profundas
Dedica tiempo: Piensa en cada una de tus relaciones como un huerto que tiene diferentes plantas, cada una son los aspectos que tú compartes con ese vínculo y requieren cuidado y atenciones específicas, conocer al otro y saber cómo cuidarlo requiere que tengamos espacio en la agenda.
Busquen compatibilidades: Ya se dijo que no nos tiene que gustar lo mismo, pero las personas solemos tener compatibilidades y podemos platicar sobre ellas para que la relación fluya y sentirnos acompañados en aquellos temas en los que nos sentimos cercanos.
Respeten sus incompatibilidades: Las personas somos distintas y no es necesario forzar aspectos en los que no coincidimos. Podemos incluso compartir en ocasiones esas diferencias respetando que somos personas con historias de vida distintas y que eso puede nutrir la relación.
Trabajo personal: Ya mencionamos que hay formas de comportarnos que vienen de aspectos traumáticos, asumir una responsabilidad con sanarlos para poder ofrecer al otro la mejor versión de nosotr@s es una forma de amar por adelantado. Esto puede ser a través de terapia, de talleres que aborden los temas conflictivos en nuestra vida o de psicoeducarnos para tener cada vez mejores conexiones, más sanas y profundas.